domingo, febrero 26

Manifiesto

Me gusta el amor del bueno, del aventurero,

del loco y sin sentido que se vive sin pensar en el segundo que viene.

Aborrezco el amor romántico con el que te adoctrinaron en la niñez

mediante los cuentos de hadas.

Porque yo soy un hombre, un obrero, un peón,

no soy un príncipe y no lo seré jamás,

y tarde o temprano dejare caer toda mi humanidad sobre ti,

para poseerte de forma divina o animalesca

dependiendo del momento, del contexto,

de lo que forjemos y creemos.


No soy bueno, no soy malo,

sólo soy humano.

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